La biofília se basa en una clara premisa: la conexión del ser humano con la naturaleza es biológica e innata y, por ese motivo, resulta esencial para su bienestar
La biofília se basa en una clara premisa: la conexión del ser humano con la naturaleza es biológica e innata y, por ese motivo, resulta esencial para su bienestar
La vegetación se complementa con colores y elementos análogos a la naturaleza como la madera, que proporcionan un efecto de conexión con la tierra. Estímulos sensoriales como los olores, texturas o el confort acústico apelan al usuario en un entorno de calma y tranquilidad.
El corriente del diseño arquitectónico e interiorismo biofílico ha sido estudiado durante décadas por sus claras ventajas en la vida y rendimiento de las personas que habitan estos espacios. Se trata de una tendencia en alza que apuesta por la incorporación de elementos naturales a la arquitectura y el diseño, aportando así beneficios no sólo a los espacios y ambientes de trabajo, sino también a viviendas, locales comerciales, restaurantes y hoteles.
Musgos, plantas y flores preservadas son soluciones vegetales que se aplican fácilmente al interior gracias a que su mantenimiento no requiere de agua o luz solar. Las conocidas como plantas estabilizadas consiguen aportar una conexión con la naturaleza imposible de lograr con plantas artificiales.
Para el proyecto Ametller Origen, Jòdul ha trabajado con Greenarea y Girbau Mateu para desarrollar este concepto mediante un jardín vertical con plantas preservadas que recorre todo el techo del establecimiento.
El proceso que se sigue para obtener este tipo de preservación natural es totalmente ecológico y se basa en un reemplazamiento de la savia natural por un producto de conservación 100% biodegradable. De esta manera, la vegetación conserva su flexibilidad y vitalidad sin necesitar ningún tipo de mantenimiento.