Maora Ceramica trabaja la arcilla natural y utiliza técnicas ancestrales para crear artesanía con alma que reinterpreta el arte de la cerámica.
Wabi-Sabi y la belleza de la imperfección es un concepto fundamental de la cultura japonesa. Esta estética da cabida a lo imperfecto e incompleto, desde la arquitectura a la cerámica.
De acuerdo a esta idea, Maora Ceramica crea productos irrepetibles que se distinguen por su carácter artesanal y único. A través de arcilla natural, reivindican la belleza de los espacios cotidianos siendo fieles a la tradición para crear terracotas puras que huyen de la perfección y remiten al origen de la alfarería.
Las celosías son paredes decorativas que tamizan la luz o recubren superficies generando formas singulares que funcionan como una segunda piel. Se utilizan para decorar y dividir o delimitar espacios, ya que separan ambientes a la vez que dejan penetrar la luz y el aire, ya sea en el interior o exterior de las viviendas o espacios comerciales.
Cada una de las piezas de la celosía está elaborada con el mismo proceso artesanal que las baldosas. Por este motivo, se trata de un elemento arquitectónico único que posee la autenticidad y la presencia de la terracota. El formato, adaptado al diseño, articula los espacios dotándolos de carácter y elevando el concepto de arquitectura a otra dimensión; donde la esencia de las formas toma el protagonismo.
Debido al proceso de fabricación artesanal, las diferencias en color, forma, tamaño y textura representan propiedades singulares características de cada baldosa. Así, a pesar de los cuatro colores principales: paja, salmón, rojo y magma, cada uno de los 15 modelos es irrepetible y se convierte en tonalidades completamente únicas.